La podredumbre política nos expone ante la segunda ola

Mientras la podredumbre política de nuestro país es incapaz de ponerse de acuerdo en unas medidas básicas para afrontar la pandemia, los ciudadanos deben prepararse ante lo que puede ser una segunda ola dramática. Durante el verano hemos tenido repuntes de la que aún era la primera ola, la segunda comienza ahora y nos va a pillar en bragas y calzoncillos por la incompetencia de los que tienen que acordar medidas y no lo hacen. No sé si los merecemos o no, probablemente no, pero los representantes de los distintos partidos políticos están jugando con nuestras vidas y con nuestro futuro en beneficio de sus "sectas". El político de hoy, no todos pero sí una gran parte, no trabaja para el ciudadano, trabaja para ganar elecciones y para calentarnos la sangre en contra del que no piensa como cada uno. Han convertido la vida política en un "Sálvame" en el que lo importante no es negociar y llegar a acuerdos que nos beneficien a todos, lo primordial es conocer los trapos sucios del "enemigo" y tomar el mando para continuar jodiendo al ciudadano mientras se impone la ideología propia. Y mientas tanto, la gente muere y sigue muriendo. Son incapaces de encontrar un punto medio en el que todos ganemos o que al menos no perdamos tanto, mientras nos distraen con actos radicalistas que sólo puede entender "su" parte más incondicional de la ciudadanía, y así nos siguen enfrentando. Políticos, dais vergüenza y no sólo aquí. Los medios de comunicación europeos se hacen ya eco de vuestra incompetencia. Nos habéis encerrado, nos colocasteis un "bozal", habéis limitado nuestros movimientos, machacasteis nuestros derechos y hemos cumplido sin rechistar y aplaudiendo cada día a las 8 de la tarde porque entendimos que era por un bien común. Pero vosotros no habéis aprendido nada, seguís mirando absortos vuestros ombligos y por vuestra falta de entendimiento continuará muriendo gente. Sois incapaces de encontrar lugares en común donde al menos podamos enfrentar con garantías lo que nos queda de esta maldita crisis. Algún día se os recordará por vuestros actos y, por desgracia, creo que no será un buen recuerdo.