La presentación será amenizada por la actuación de Victoria Pozo al piano, Fernando Salto Ruiz a la viola y Nicolás Casamayor Camacho al cello.
Entrada gratuita hasta completar aforo.
La presentación será amenizada por la actuación de Victoria Pozo al piano, Fernando Salto Ruiz a la viola y Nicolás Casamayor Camacho al cello.
Entrada gratuita hasta completar aforo.
Para ello sólo tienes que adquirir la tarjeta de transporte recargable del Consorcio al precio de 1,5 euros, debiendo ser recargada con un mínimo de 5 euros. Podrás adquirirla en el estanco de Cartaojal o en cualquier otro de Antequera.
Esta tarjeta también permite el uso del metro de Málaga a un precio de 0,33€ por billete.
Según Barón, el precio del viaje Antequera-Málaga se reduce de 6,57€ a 1,98€: "Se trata de una gran gestión del Ayuntamiento mediante una aportación anual al consorcio que oscilará entre los 25.000 y los 30.000 euros, todo con el objetivo de beneficiar a los antequeranos".
También informan que el Consorcio instalará un cajero automático en la estación de autobuses de Antequera.
Esto no significa que la energía te vaya a salir gratis ya que es como el precio del combustible que sube rápidamente cuando sube el barril de petróleo pero que después le cuesta adaptarse a las bajadas. Pero al existir más oferta de energía que demanda y al no poder ser acumulada en baterías, las eléctricas se ven obligadas a venderla a precios más bajos.
La solución alternativa a esta falta de baterías puede estar en crear plantas de hidrógeno para, con esa energía sobrante, obtener hidrógeno verde, algo que también suena para la comarca de Antequera como pudimos ver en el "Desayuno informativo de Clave Económica".
El problema de la fabricación de hidrógeno es que necesita agua, y además que está esté limpia y sea pura. Unos 9 litros de agua pura (hasta 18 de agua impura que debe ser purificada) para obtener 1 kg de hidrógeno verde.
Todo esto son cosas que en cualquier país, en cualquier región autónoma y en cualquier municipio que tenga dirigentes con dos dedos de frente, haría que se estudiara todo con minuciosidad para ver las consecuencias de la instalación de estos proyectos que machacan el entorno, la agricultura y el modo de vida de los ciudadanos. Incluso Paul Lafargue, director internacional del grupo IDEC, sentado a la derecha de Manolo Barón durante el acto antes citado, dijo cuando subió al escenario:
"Y lo repito, vamos a vivir una revolución y si no somos un poco ambiciosos no estamos preparados para evolucionar. El espacio y sobre todo la región de Andalucía es una verdadera oportunidad de desarrollarse, de marcar las diferencias con las regiones no sólo de España sino también de Europa. Tenéis una suerte increíble. Vengo de Francia. Puedo deciros que estamos ahogándonos en todo lo que es el papel. Reflexionamos mucho pero no producimos gran cosa. Critico a mi propio país, me duele, pero se que pronto vamos a tener una revolución. Pero aquí tenéis suerte, porque cada actor con el que me cruzo es un auténtico motor, y esto es lo más importante. Evidentemente siempre hay mejores soluciones y unas pueden ser mejor o peor que otras. Pero lo que hay que hacer es creer". (Escúchalo pinchando aquí)
Critica a su país por no querer hacer las cosas a lo loco y querer meditar las cosas antes de poner patas arriba la vida de sus ciudadanos y elogia a Andalucía porque sus políticos, al parecer, tienen otras prioridades y son tan avanzados que no necesitan estudiar los proyectos con el mismo cuidado antes de imponerlos a sus ciudadanos destrocen lo que destrocen.
En Cartaojal, la revolución se ha convertido en una invasión fotovoltaica que dibuja un futuro "negro" para nuestro pueblo, en el que los vecinos tendrán los inconvenientes, por la situación de los megaproyectos, pero no los beneficios económicos de estas instalaciones. Esperemos que la construcción de estos anunciados proyectos de hidrógeno en la comarca de Antequera no se conviertan también en la falta de agua para sus ciudadanos.